Capítulo.54.2-Piel de gallina y escalofríos.

—¿Qué tal, hermano? —Sid abrió los brazos y se dirigió hacia su amigo, quien lo esquivó y lo empujó ligeramente con la mano, pero a Sid no le importó, tal vez estaban acostumbrados a eso.

Yo seguía atrapada en su cuerpo sin camisa, quiero decir, se había puesto la camisa tan pronto como nos vio mie...

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