Capítulo 146

Me senté en la sala de estar de Beckett durante horas, acurrucada en el sofá de cuero con una taza de té que hacía mucho tiempo se había enfriado. El reloj de pie en el pasillo dio las doce, luego las doce y media, luego la una en punto, pero no pude convencerme de subir las escaleras.

Algo en la f...

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