Capítulo 225

El pequeño restaurante italiano que Beckett había elegido se suponía que sería un refugio—luz tenue, rincones tranquilos, el tipo de lugar donde podríamos hablar sin ser escuchados. Pero incluso rodeada por el cálido aroma a ajo y albahaca, no podía sacudirme el amargo sabor de la derrota que había ...

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