Capítulo 82

Rosalind

Cuando volvimos a entrar al comedor privado, la mirada de Beckett encontró la mía de inmediato, oscura e indescifrable en la suave luz de las velas. Había algo diferente en su expresión—una concentración que hizo que mi pulso se acelerara a pesar de mis mejores esfuerzos por mantener la co...

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