Capítulo 58:

Zana parpadeó, se dio la vuelta y se bajó del sofá, ajustándose la ropa. Giselle sonrió y le tocó la cabeza.

—Está bien... supongo que vienes conmigo entonces.

Tomando su pequeña mano, se dirigió a la oficina del presidente. Al ver esto, el Presidente Han la miró con curiosidad.

—¿Quién es?

—Lo ...

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