Capítulo VEINTIDÓS

—¡Alexia! ¡Alexia! ¡Alexia! ¡Alexia! —gritó Jenny corriendo hacia la clase. Se detuvo en la puerta al ver que había un maestro en el aula.

—Llegas tarde, Jenny —dijo el maestro. Jenny mordió sus labios nerviosamente. Había olvidado que también tenía clase; estaba tan apurada por informarle a Alexia...

Inicia sesión y continúa leyendo