Capítulo treinta y seis

Aaron se levantó del sofá y volvió a la cama.

—Oye, cálmate, cariño. No tienes que culparte por esto. Tal como dijiste, deberíamos haber usado protección. No sé cómo pude ser tan estúpido. Lo siento mucho, hermana —dijo Aaron suavemente, tomando las manos de su hermana entre las suyas.

Alexia exha...

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