Hemos venido a buscar a la chica

Los bandidos avanzaron como una marea implacable, sus ojos salvajes ardiendo de desesperación y furia. Los músculos de Evelyn gritaban en protesta, el agotamiento carcomía su determinación, pero ella seguía adelante, luchando por proteger lo que quedaba de su familia.

De repente, una figura corpule...

Inicia sesión y continúa leyendo