Corazón de la luna

El amanecer llegó pálido y frío, bañando la cueva con luz plateada.

Por un momento, no me moví—solo escuché el sonido del agua corriendo más allá de las rocas, el leve crujido del fuego apagándose y el ritmo constante de la respiración de Kevin a mi lado.

Finalmente se había dormido después de hora...

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