13. Mamá es un buen chico

Kelvin obedeció rápidamente, acomodándose entre sus muslos en el sofá, su espalda presionando con fuerza contra sus suaves y pesados pechos, el apretón de su carne haciendo que sus pezones dolieran.

Sus piernas se abrieron de par en par, su verga erguida y lista para ella.

—Buen chico— ronroneó We...

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