16. Por favor, mami.

La mejilla de Kelvin se puso roja al instante, el ardor haciendo que su polla saltara.

El modo en que ella lo trataba tan bruscamente lo desarmaba por completo, y él se corrió justo ahí, su cuerpo temblando mientras el semen caliente salía disparado, derramándose sobre sus muslos internos.

El líqu...

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