22. El mejor cumpleaños de la historia

El corazón de Kelvin latía con fuerza contra sus costillas, su cuerpo aún vibrando después de comerle el coño. Su cara estaba pegajosa con sus jugos, el sabor permaneciendo en su lengua como una droga.

Asintió rápidamente, su verga palpitando en su agarre. Una gota fresca de precum se filtró en sus...

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