7. Pequeña vagina pecadora

Mierda, es tan jodidamente atractivo, pensó Sarah, su mirada recorriendo la línea sólida de sus pectorales, el leve sudor brillando en su clavícula.

He visto a muchos chicos, he estado con chicas, pero nadie ha hecho que mi coño duela así.

¿Por qué tiene que ser él—un maldito sacerdote?

Él carr...

Inicia sesión y continúa leyendo