8. Abrir de par en par

Sarah se puso escarlata, su respiración se entrecortó mientras la verdad salía en un susurro.

—Sí, Padre... lo hice. —Asintió, la vergüenza y la excitación luchaban en sus ojos—. Vi tus fotos en línea y... me masturbé pensando en ti.

La confesión le quemaba la garganta, incluso cuando su clítoris ...

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