10. Llévame, padre

La mente de Sarah era un torbellino de confusión mientras intentaba resistirse.

No, amo a las mujeres. Amo a Hannah, gritó para sí misma.

Pero su cuerpo la traicionó.

Su coño palpitaba hambriento, deseando lo real… deseando un pene caliente y palpitante en lugar de los fríos consoladores con los ...

Inicia sesión y continúa leyendo