14. Sí, tío Will

La Princesa había sentido la humedad resbaladiza entre sus muslos mientras dormía antes, pero pensó que solo era un sueño como el que tuvo anoche, donde la lengua de su padrastro trabajaba su coño sin piedad.

Excepto que esta vez, era real.

Lo primero que vio cuando se atrevió a mirar a través de ...

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