15. Por favor... No pares

Will se inclinó cerca, su aliento caliente rozando la oreja de Matt, su voz baja y burlona.

—Está completamente mojada por ti, hombre —gruñó.

—¿Vas a follarte la apretada virginidad de tu hijastra aquí mismo en la cama de tu esposa?

El cuerpo de Matt temblaba, sus dedos aferrándose con fuerza a l...

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