18. Montando una polla II

Los labios de Will chocaron contra los de la Princesa de nuevo, su lengua se adentró en su boca. Ella era una visión de pura lujuria—sucia, coqueta y pecaminosa.

Él gimió en el beso, su mano apretando con más fuerza sus pechos.

Sus dedos rodearon sus suaves montículos, apretándolos con rudeza mien...

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