19. Quiero las pollas de mi hermano

Cole cerró la puerta de un portazo con un fuerte BANG que hizo vibrar las esposas colgando del techo, su sonrisa se hizo más grande al girar el cerrojo.

Sus ojos recorrieron la habitación.

—Oye, hermano, eres un maldito loco —dijo, pasando sus dedos sobre un látigo de cuero en la pared—. Esto ...

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