25. Coger dos pollas grandes a la vez

La pregunta de Collins fue como un golpe en el estómago, sucia y atrevida. Caroline solo pudo gemir, su cuerpo temblando, usado y destruido entre ellos.

La vergüenza se enroscaba caliente en su pecho, pero la droga y su propia hambre retorcida no la soltaban. La idea de que ambos la usaran al mismo...

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