9. Oh, cabrón asqueroso

El puño de Matt se apretó alrededor de su polla, sus nudillos blancos por la fuerza de su agarre. El líquido preseminal brillaba en la punta, espeso y resbaladizo, esparciéndose por su eje mientras se masturbaba con movimientos bruscos y desesperados.

Su otra mano, aún sujetando las bragas húmedas ...

Inicia sesión y continúa leyendo