Jugar un poco

Fabricio por fin había vuelto a abrir sus ojos. Estaba aún muy pálido, pero su condición era buena. Junto a él, recostada en un mullido sofá se encontraba Anastasia. Una sonrisa se dibujó en su rostro, estaba feliz de que ella estuviera bien, su hermoso vientre era prueba de ello.

La joven comenzó ...

Inicia sesión y continúa leyendo