37.2 Katerina

El resto del viaje fue silencioso, salvo por la radio que sonaba suavemente de fondo. Miré hacia abajo cuando sentí que Alex deslizaba su mano en la mía y la apretaba suavemente, gesto que le devolví. Sus ojos permanecieron en la calle vacía. No pasó mucho tiempo antes de que girara hacia nuestra ca...

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