No lo desafíes

Mis dedos se aprietan alrededor del fino tallo de la copa de vino mientras Alfred se aleja con paso decidido antes de camuflarse con los demás. Ni un segundo después, dejo mi copa en una mesa cercana, llena de adornos blancos y de hojas. Tengo que encontrar a Sandra, y por suerte, es la única que ll...

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