Eres toda mía

—Tranquila —me regaña—. Ya me estoy esforzando para no romper esto por las costuras.

“Alguien nos verá…”

Se detiene y me mira fijamente a los ojos. "¿Crees que te exhibiría para que alguien más te viera? No. Eres toda mía".

Con mi mano libre, la aprieto entre nosotros y trato de desatar la corbat...

Inicia sesión y continúa leyendo