Capítulo 33 Capítulo 33.

El convertible que habían rentado la animó a subir sus pies en el asiento. Kael solo se dedicó a conducir, mientras los tonos anaranjados en el cielo le hicieron notar aún más ese color en los ojos de la chica que sonreía emocionada, la cual elevó los brazos y dejaba su cabello ondearse con el vient...

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