Capítulo 42 Capítulo 42.

Si tener cuatro armas no eran suficientes para él, una quinta se sumó. Leonardo la presionó contra su cuello y con esa mirada filosa que le dedicó, dejó claro que estaba a nada de apretar el gatillo.

—Romano baja esa pistola. —pidió Nixon perdido en todo el asunto.

Lina tenía los ojos sobre él Kae...

Inicia sesión y continúa leyendo