39 Gratitud

La luz de la luna se filtraba a través de las cortinas, bañando la habitación con un suave resplandor, y sentí que brillaba solo para mí, como un símbolo de redención.

Durante dos años y seis meses, me había castigado por nada. Y ahora, aquí estaba ella—Emma, en mis brazos. Su belleza era innegable...

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