46 ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar? 1

Desperté con el sonido agudo de mi teléfono sonando. Aturdido y desorientado, me levanté de la cama, pero para cuando llegué al teléfono, la llamada había terminado. Mi corazón se hundió al ver que había sido un número privado—sin forma de devolver la llamada.

—Maldita sea—murmuré, agarrando el tel...

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