50 Sí, lo haré 2

Como si sintiera mi resignación, mi teléfono sonó, rompiendo el silencio. El miedo se retorció en mi estómago. No quería contestar—la experiencia me decía que solo traería más problemas. Emma notó mi reticencia y se rió suavemente, levantando el teléfono del tocador y entregándomelo.

—Es tu padre, ...

Inicia sesión y continúa leyendo