56 Angustia 1

Cuando regresamos al apartamento, la emoción de Emma era contagiosa. Describió la casa con vívidos detalles a mi madre y a Miranda, su entusiasmo llenando la habitación con una energía contagiosa.

Su alegría traía una sensación de calma y paz a todos los presentes, un regalo que solo un omega podía...

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