59 Esperando 2

Mientras salíamos, noté que se había atado una bufanda alrededor del cuello. No hacía frío, y su elección de accesorio me pareció extraña.

—¿Qué pasa con la bufanda? —pregunté.

Su expresión se oscureció, su sonrisa fue reemplazada por una mirada de ira contenida.

—No puedo soportar su marca, Emma...

Inicia sesión y continúa leyendo