69 Tete A Tete

Emma,

Al entrar de nuevo al restaurante, mi corazón latía con fuerza en mi pecho, pesado y ansioso. Tomas estaba sentado en la mesa, esperando, y fiel a su palabra, había un ramo de flores descansando sobre la mesa. Su apariencia era serena, su actitud fría y calculada como siempre. Por primera vez...

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