69 Tete A Tete 1

Una sola lágrima rodó por la mejilla de Tomás, pero no sentí satisfacción en su dolor.

—¿Y cuando te echó? —insistió, su voz áspera.

Suspiré, el recuerdo de ese momento doloroso resurgiendo nuevamente.

—Lo hizo para protegerme, Tomás. Me amaba lo suficiente como para dejarme ir y que no me lastim...

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