78 Redención 1

Intercambiamos nuestros habituales “Te amo”, aunque las palabras se sentían vacías al salir de mis labios. Cuando colgué, supe que era hora de poner en marcha la siguiente parte de mi plan. Luca tenía que ser informado.

Marqué su número y contestó en el primer timbre.

—¿Hola? —dijo, su voz afilada...

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