81 En la misión

Llegué a la casa en Sunbridge y pagué al taxista, mi corazón latiendo con fuerza mientras veía el vehículo alejarse. Tomé unas cuantas respiraciones profundas, tratando de calmarme. Me quedé ahí un momento, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de hacer. Todo dependía de esto—convencer a Karoly...

Inicia sesión y continúa leyendo