89 Reconciliación 1

Una hora después, escuché el golpe más suave en la puerta. Mi corazón dio un vuelco, pero no me moví para responder. Había dejado la puerta entreabierta, sabiendo quién sería. Theo entró en silencio, cerrando la puerta detrás de él. Sus movimientos eran cautelosos, casi titubeantes, como si no estuv...

Inicia sesión y continúa leyendo