30 Dejar ir 1

Terminé de empacar en silencio, el peso del momento presionando sobre mí. Mis lágrimas se habían secado, pero mi pecho se sentía pesado, como si el dolor se hubiera asentado en mis propios huesos.

Después de lavarme la cara en el baño, agarré mi bolso del armario—el mismo bolso que había traído con...

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