Capítulo 93

Me desperté con un dolor sordo entre los muslos, las palabras de Dorian aún resonando en mis oídos. Todavía puedo follarte toda la noche. Pero el espacio a mi lado estaba vacío. Las sábanas estaban frías. Miré mi teléfono —casi las 7 PM. ¿Realmente había dormido todo el día?

La casa estaba inquieta...

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