CAPÍTULO 117

—Por favor, discúlpenme. Regreso enseguida —dijo Anna, levantándose y saliendo del comedor.

Había rozado ligeramente mi hombro, dejando a mi cuerpo anhelando más de su toque. Pero tenía que mantener la calma y comportarme lo mejor posible.

Esta no es mi casa, sino la mansión de mi futuro suegro.

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