CAPÍTULO 118

DAMIAN

—Ahora vuelvo —dije, saliendo de la habitación sin dudar.

Le había echado un vistazo rápido al Alfa Diego y encontré a ese imbécil sonriéndome con orgullo en su rostro.

—Lo sabía —murmuré para mí, alejándome del comedor con enojo.

—Toda esa charla iba dirigida a mí. Estaba pasando un mens...

Inicia sesión y continúa leyendo