CAPÍTULO 120

ANASTASIA

—¿Qué es ese olor dulce?— bostecé, oliendo el aire con deleite.

Me senté cuidadosamente en la cama y encontré una bandeja con mi desayuno, esperándome en una mesa bellamente decorada.

—¿Qué es esto?— dije con una sonrisa que se ensanchaba en mi rostro.

En la bandeja había una tarjeta e...

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