CAPÍTULO 13

ANASTASIA

—¡Ah! ¡Para... para ahora!— gemí a través de su mano, tratando de controlarme. Su mano aún sostenía mi pecho, apretando y masajeando el pezón.

La forma en que retorcía mi pezón y agarraba mi seno hacía que mis ojos se pusieran en blanco. Nunca me había sentido así antes. El placer era de...

Inicia sesión y continúa leyendo