CAPÍTULO 26

—¿Está lista?

—Casi.

Los asistentes hablaban entre ellos, comunicándose con la otra persona que había entrado al vestidor para ayudar a Anna con su atuendo.

Se estaban tomando su tiempo, y yo solo tenía que sentarme a un lado y esperar, con la barbilla apoyada en mi mano.

Pronto dejé de prestarl...

Inicia sesión y continúa leyendo