CAPÍTULO 34

ANASTASIA

—¡Hombre terco! Siempre tiene una respuesta molesta para devolverme el fuego— fruncí el ceño, bajando las escaleras con los brazos cruzados sobre el pecho.

Pero no estaba enojada con Diego por la forma en que respondió, en realidad estaba feliz de que pudiéramos hablar y gritarnos locura...

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