CAPÍTULO 35

ANASTASIA

—Esta es una oportunidad para que me preguntes lo que quieras, Anna —dijo Diego, acercándome más, hasta que estuve sentada directamente sobre lo que parecía ser su... ¡Su pene!

¿Está duro?

Ni siquiera me molesté en mirar hacia abajo para comprobarlo. Mi cuerpo ya temblaba al sentirlo ju...

Inicia sesión y continúa leyendo