CAPÍTULO 39

ANASTASIA

—¡Damian, es Anna, mi hermana! ¡Oh Diosa! —Casey exclamó, cubriéndose la boca de alegría, mientras Damian solo se quedaba allí mirando.

No podía decir una palabra.

Lo mismo me pasaba a mí.

¡Me quedé allí atónita hasta la médula!

El aroma que estaba percibiendo venía de Damian. ¡Con ra...

Inicia sesión y continúa leyendo