CAPÍTULO 54

DAMIAN

—¿Cómo te atreves, Damian? ¡¿Por qué me avergonzaste frente a esos idiotas?! —Cassandra explotó, golpeándome en el pecho.

Estábamos en el asiento trasero de nuestro coche, de regreso a casa, cuando comenzó su arrebato, exigiendo una explicación por mi acción.

Su brusquedad afectó a nuestro...

Inicia sesión y continúa leyendo