CAPÍTULO 66

Hacia la tarde, estaba en la piscina tumbada en mi tumbona para recibir el calor del sol.

Diego había salido con Arnold para un trabajo breve, mientras que yo me quedé bajo la atenta mirada de dos guardias.

Decidí unirme a los otros lobos ricos y tomar el sol, disfrutando del agradable calor tocan...

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