Capítulo treinta y siete

Después de otras dos horas y con Craig esparcido en el sofá de Ian, comenzó a oscurecer muy rápidamente. A Ian le molestaba mucho cómo Craig se tomaba la libertad de usar cualquier cosa en su casa. No me gustaba en absoluto, me hacía sentir nervioso y controlado. Era casi como si ya no fuera la casa...

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